Ron Mueck es un artista australiano hiperrealista, que nació en 1958, y que vive en Inglaterra. Este se dedica a realizar esculturas de dimensiones incoherentes, que hacen que el espectador se impacte; y no solo por sus dimensiones, sino por el gran realismo de las obras. Estas se pueden ver desde cualquier ángulo, al igual que sus múltiples detalles, que se encuentran en cada ápice de los cuerpos de las esculturas.
En un principio trabajó con la fibra de vidrio en sus obras, pero posteriormente empezó a utilizar la silicona, ya que era más sensible y le permitía más posibilidades en sus esculturas humanas; además de la utilización del pelo.
Su trayectoria profesional empezó creando marionetas para distintos programas de televisión, y más adelante se adentraría en el mundo de los efectos especiales del cine; trabajando así en películas como The dark crystal o Labyrinth; pero decidió adentrarse en el mundo del arte mudándose a Londres, creando su propia compañía relacionada con la publicidad. En 1996 se adentró en una arte más refinado junto con Paula Rego ( su suegra), creando trabajos que se mostraron en la Galeria Haywrard. Poco después llevó a cabo su creación de "Dead dad", la cual era una producción de su padre muerto, de un realismo sublime y que terminó utilizando su propio pelo; esta obra fue un impacto para la crítica, y armó un gran revuelo, y que fue expuesta en la exposición "Sensation"
http://www.sculpture.org/documents/scmag03/jul_aug03/mueck/mueck.shtml
<<RM: Él no comenzó siendo grande, sino surgió de otra pieza que yo había esculpido, una pequeña figura de un hombre envuelto en mantas, para la que no utilicé ninguna referencia, ni tampoco ningún modelo, sino que salió totalmente de mi imaginación.
En esa época yo trabajaba como artista residente en la National Gallery y ellos tenían una clase de dibujo. Yo trabajé allí y di mis primeras clases, y lo disfruté mucho.
Cuando volví a mi estudio y vi la pequeña figura del hombre envuelto en mantas, pensé, “¿Cómo sería si hiciera lo mismo, pero trabajando con la vida, dándole un aspecto más real?”.
Yo nunca trabajo con modelos vivos. Yo utilizo fotografías o referencias que veo en los libros, tomo mis propias fotografías o miro en mi interior.
Cuando volví a mi estudio y vi la pequeña figura del hombre envuelto en mantas, pensé, “¿Cómo sería si hiciera lo mismo, pero trabajando con la vida, dándole un aspecto más real?”.
Yo nunca trabajo con modelos vivos. Yo utilizo fotografías o referencias que veo en los libros, tomo mis propias fotografías o miro en mi interior.
Sin embargo, yo intenté encontrar un modelo real, parecido a aquel pequeño individuo envuelto en mantas. Localicé a uno que era físicamente similar, y trabajé en mi estudio con él durante tres horas, hasta que me di cuenta que él no me iba a ayudar a salir adelante con mi proyecto.
Sus miembros no eran lo bastante flexibles. Su vientre tenía su propia forma. Aquel hombre no podía adoptar la postura de mi pequeña escultura. Por otro lado, yo tampoco me sentía bien teniendo un modelo en mi estudio. Me di cuenta de que me intimidaba tener allí a alguien con el que tenía que relacionarme.
Tenía allí a un hombre desnudo y completamente afeitado. Él no tenía ni medio pelo en el cuerpo. Todo eso me impedía estar a gusto. Pensé, “bien, ¿qué hago yo aquí con un hombre desnudo?”.
Así que le pedí que se sentara en una esquina mientras yo pensaba todo esto. Él entonces me sugirió algunas poses y tomó alguna de esas posturas ridículas que suelen realizar los modelos. Eran falsas y artificiales, y me di cuenta de que todo aquello no me servía para nada.
Yo trataba de reunir todo mi valor para decirle que se marchara. Lo miré, allí sentado en la esquina, tratando de decidirme. Él no estaba tan enfadado como lo parece estar Big Man, pero tenía esa misma posición. Y pensé en ese momento, “¡Qué buena idea!”, y así nació la pose de Big Man.
Primero hice un boceto en arcilla de él en esa posición, aproximadamente de un pie de alto. En ese momento pensaba que ese podría ser el tamaño final de la escultura.
Tomé algunas fotografías de lo que hacía, como hago a menudo, porque considero que si fotografío mi trabajo, puedo verlo de una manera diferente. Es como cuando te miras en un espejo, y te das cuenta de todas las imperfecciones y asimetrías, que no puedes ver de otra manera, porque las has mirado durante demasiado tiempo.
Luego, mientras miraba esas fotografías, y en una de ellas, dibujé una pequeña figura que parecía mirar el boceto de arcilla. Así, que a ojo de buen cubero, me di cuenta que la relación a escala entre el boceto de arcilla y la figura dibujada podía ser como de ocho pies. Con el dibujito al lado, a él se le veía muy grande. Y pensé, “bien, puedo intentar hacerlo a ese tamaño”.
Una vez decidida la escala, tomé mas fotografías. Tomé una de perfil, de la que saqué, dibujándolas, las líneas del contorno y todo eso lo llevé a papel. Después dibujé todo en papel marrón a tamaño de siete u ocho pies. Y una vez lo terminé, decidí que lo haría así.
A partir de ese enorme boceto monté la armadura con alambre y lo cubrí todo con yeso.>>
Como no..otro gran artista en la utilización del realismo en el desnudo
fuente: http://www.sculpture.org
Irene Rubio Merayo
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