VENUS, PRIMERAS REPRESENTACIONES DEL CUERPO FEMENINO AL
DESNUDO.
Desde la prehistoria, el cuerpo desnudo ha sido motivo de
representación para el ser humano. Como muestra de ello, contamos con varias muestras de arte mobiliar, desde el periodo auriñaciense en adelante, que aún a día de hoy conservamos:
La venus de Willendorf es, quizás, el desnudo más antiguo y uno de los más conocidos en el arte. Data del paleolítico superior (22.000 a. C. aprox.).
Su función distaba entonces de tener una intencionalidad erótica. Los expertos proponen la teoría de que esta estatuilla, de apenas 11 cm de altitud, fue creada expresamente como un “elemento mágico” o ídolo para conseguir atraer la fertilidad. Es por ese motivo que podemos observar una clara intención de resaltar las partes más características del cuerpo femenino y las más relacionadas con la fertilidad como son los pechos y las caderas, dejando a un lado, por ejemplo, la representación del rostro.
Actualmente, la venus de Willendorf puede ser visitada en el
museo de Historia Natural en Viena.
Pero no es la única venus que conservamos de la época
prehistórica. Poseemos otros ejemplos, quizás menos difundidos que el anterior,
pero aun así sorprendentes como son la Venus
de Laussel, la Venus Grimaldi o la
Venus de Lespuge. En ellas podemos
observar como todas reúnen unas características similares con la Venus de Willendorf en cuanto a la
representación exhaustiva de las partes que intervienen en la fecundación.
Son representadas mediante la técnica de la escultura
(representación de la figura en tres dimensiones) sobre piedra tallada y
pulimentada; o la técnica del bajorelieve (figuras realizadas en un plano).
Estas pequeñas estatuillas son el comienzo histórico de la
representación del cuerpo desnudo. Con el tiempo, estas representaciones irán
evolucionando hasta día de hoy, consiguiendo un mayor realismo.
Patricia Ortega Manso. D3
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